sábado, 27 de agosto de 2011

Eres tan fuerte y yo te admiro, siempre fuiste tú mi inspiración, con lo que me has enseñado y por lo que me has dado, eres una bendición, puedes llorar en mi oído sin sentir nunca la necesidad de explicar o hablarme de tus sueños, contarme de tus miedos, yo me sentaré a escuchar. Te guardaré de lo que hace daño, porque soy así y yo te quiero tanto, has estado ahí para mi, y ahora estoy aquí para ti. Cuando el valor te haga falta, seré tu fuerza y esperanza, te ayudaré a encontrar la calma, solo tienes que llamar. Cuando estés harto de la vida, seré la voz que te motiva, te llenaré de alegría, siempre en mí puedes confiar. Yo solo quiero agradecerte, porque eres la razón que me hace volar, y verte sonriendo es lo que sigue siendo mi luz en la oscuridad.

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